¡...y se nos va el dinero por las ventanas!

«Nos preocupamos de lo que gasta una lavadora y se nos va el dinero por las ventanas»
06/07/2013 
Ángel Herrero estudió la titulación de Arquitectura en la Universidad de Valladolid, periodo tras el que montó su estudio con su socio actual, con el que lleva trabajando 15 años en la vecina Salamanca en el Estudio H de arquitectura. Más tarde se especializaron en certificación y calificación de edificios, ámbito en el que han impartido cursos para el Ente Regional de la Energía (EREN) o para la Fundación General de la Universidad de Salamanca, como es el caso que les ha traído a la Escuela Politécnica de Zamora.



Una veintena de alumnos participa estos días en el curso práctico de Certificación Energética de Edificios organizado por la Fundación General de la Universidad de Salamanca y que se imparte en la Escuela Politécnica de la capital. Estos técnicos son necesarios para valorar la eficiencia energética de los edificios, un requisito indispensable para vender o alquilar un inmueble.

-¿Por qué hay gente interesada en formarse en este ámbito?

-Hasta ahora era obligatorio realizar una certificación y calificación energética para los edificios nuevos, pero ahora una directiva Europea lo ha extendido a todos los inmuebles, desde el 14 de abril de este año. Afecta a todas las viviendas que se vendan, se compren o se alquilen. El parque de edificios existentes en España es muy amplio y se necesitan personas formadas que puedan desempeñar esa función.

-¿Cómo se califican, energéticamente hablando, los edificios que nos rodean?

-Funcionan muy mal térmicamente y el objetivo es dar información al consumidor sobre cómo funcionan los edificios, lo que consumen. La gente está muy interesada en saber lo que consume un coche o una lavadora, pero resulta que donde más dinero nos gastamos y nadie se preocupa es en nuestros edificios. Están muy mal realizados y se consume mucho que no debería consumirse, hay sistemas de climatización y calefacción suficientemente avanzados como para evitar que derrochemos tanto. El 70% de los edificios están mal o muy mal en cuanto a eficiencia, y nos podríamos ahorrar más de la mitad de lo que gastamos.

-Quizá el precio de estos sistemas echa para atrás a los usuarios cuyas viviendas son menos efectivas en cuanto a la energía que gastan.

-Depende, pero yo creo que fundamentalmente es por falta de información. La gente dice: «ahora a certificar y calificar» y lo ve como un impuesto más, algo que se han inventado, y les entiendo, pero el objetivo final es saber cómo funcionan nuestros edificios. Aquí en España la primera normativa energética fue en el 79 y todo lo que hay anterior no tiene ninguna reglamentación de eficiencia energética y son muy mejorables.

-¿Qué es lo que más influye para que un edificio sea más o menos eficiente?

-Lo que más influye es la envolvente, es decir, los cerramientos, los muros, las cubiertas, las ventanas... y también los sistemas de climatización que se usan y su eficiencia. Una caldera de carbón de hace 40 años es un desastre y cualquiera de gas natural actual tiene un rendimiento mucho mejor y unas emisiones de CO2 más bajas.

-¿Hay que valorar al comprarse una vivienda esta calificación como uno de los puntos importantes?

-Yo sí lo miraría, porque el objetivo final es que a partir de esa calificación el consumidor esté informado de cuánto consume la vivienda en la que va a residir.

-¿Cómo funciona este sistema de calificación?

-Hay dos códigos de referencia, uno de emisiones de CO2, que es más político y menos claro, y otro que es de consumo de energía primaria, que es directamente proporcional a lo que gastas.

-¿Cuál es el certificado más común?

-La gente ahora mismo está muy despistada porque la escala de calificación va desde la A hasta la G, parecida a la de los electrodomésticos. Pero una vivienda construida en los últimos años lo lógico es que tenga una D, a pesar de ser nueva, porque ahí está la media en estos momentos, en el cumplimiento del código técnico. En el caso de que sea un ático puede ser una E, y muy pocos tienen la C, aunque sean edificios de hace cinco años. En el caso de que tengas una caldera de biomasa, en el dato de emisión de CO2 tendrás una A, aunque luego tu casa no tenga ni ventanas, eso es un poco engañoso.

-Entonces es mejor aislar que poner un aparato de aire acondicionado.

-En principio una bomba de calor, que también es un aparato de aire acondicionado, funciona bien, pero lo primero que tenemos que hacer al tratar nuestra casa es que pierda la menor cantidad de frío o de calor. Un edificio bien aislado en la zona climática en la que nos encontramos no debería tener problemas de refrigeración con la envolvente bien tratada.

-¿Al Campus Viriato, como edificio histórico, qué letra le daría?

-Está claro que es un edificio antiguo y su sistema constructivo serán unos muros masivos, con o sin cámara de aire. Eso es muy difícil de solucionar, sería hacer un tratamiento por el exterior pero como estará protegido no se puede. En el tema de la envolvente tiene cambiadas las ventanas a una buena carpintería, se ha aislado la cubierta...

-¿Qué pasa si el certificado no se realiza o lo hace una persona que no está preparada para ello?

-Si se detecta una práctica fraudulenta se podría invalidar un contrato de compraventa o alquiler.

-¿Quién se encarga de que esta calificación se realice y se cumpla?

-Los notarios y los registradores.

-¿Cuál es el objetivo energético para los edificios a corto plazo?

-En el año 2020 se pretende que los edificios se autogestionen, que tengan un consumo de energía casi nulo y que lo que se gaste proceda de fuentes cercanas y renovables.

2 comentarios:

  1. Es gratificante que se comience a hablar de mejorar el aislamiento de la vivienda en lugar de instalar un sistema de calefacción o refrigeración más eficiente. Las medidas pasivas han sido tradicionalmente olvidadas, normalmente por las obras y molestias que conllevan, pero ya existen soluciones que con poca afectación consiguen grandes resultados.

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  2. Efectivamente José Javier, hay un gran desconocimiento de este tipo de soluciones que son realmente baratas y muy efectivas, pero debido al incremento del coste de la energía, estoy convencido de que en unos meses crecerá el interés por ellas.

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